El gigante holandés con el físico más impresionante del mundo

A cualquier persona le sorprendería ver por la calle, a un hombre con más de dos metros de altura y un físico imponente. Aunque parece una escena salida de una película, este gigante existe y es una figura muy conocida en el mundo del culturismo.

Este increíble ser humano ha logrado hacerse un nombre a nivel internacional, gracias a su increíble tamaño, fuerza y determinación. A pesar de sus proporciones colosales, sobresale por tener una personalidad amable y gran dedicación al deporte. En esta entrega presentamos: “El gigante holandés con el físico más impresionante del mundo”. Veamos.

Olivier Richters es un hombre que destaca por su gran volumen corporal. Conocido como el “Gigante Holandés”, ha sido declarado por el Libro de Récord Guinness, como el culturista profesional más alto del mundo.

Una enorme mole de músculos

Nacido en los Países Bajos el 5 de septiembre de 1989, Oliver mide nada menos que 2,18 metros de altura y pesa 155 kilos de puro músculo, esto gracias a su dedicación al culturismo y a su régimen de entrenamiento y su estricta dieta. Sin duda, no pasa desapercibido por las calles y muchas personas le solicitan fotos, para tener una evidencia de que los gigantes aún viven entre nosotros.

Richters es un “gigante natural”, no posee ningún tipo de defecto genético que le haya otorgado su impresionante tamaño. A pesar de su altura, los médicos que lo han examinado, lo han declarado con perfecta salud, factor que le permite seguir entrenando y comiendo con normalidad.

Cuando cumplió 14 años, ya había alcanzado 1,98  metros de altura. Richters cuenta que hubo una época en su vida, en la que cada mes crecía de 4 centímetros extra y a los 17 años llegó a su actual estatura. Pero no siempre fue así de fuerte y musculoso, en toda su juventud tuvo un cuerpo muy delgado; a pesar de medir más de dos metros de alto, apenas pesaba 80 kilos. Su actual físico lo consiguió en ocho años de arduo trabajo físico. En todo ese tiempo, pudo contener 75 kilos de más, que se ven reflejados en su masa muscular.

Para mantener su grandiosa figura y llegar a su peso actual, Richters se rige por una dieta deportiva que incluye seis huevos, avena y proteínas para el desayuno, su comida más importante del día. Luego, come cada 2 o 3 horas, lo que suma un total de siete comidas al día y unas 7.000 calorías. Oliver entrena durante una hora al final de la jornada, siempre con el estómago lleno, pero se ejercita en días alternos para dar tiempo a sus músculos para recuperarse.

Un reconocido modelo y actor

Richters es un culturista no competitivo; en lugar de competir con otros culturistas profesionales,  aprovecha su físico imponente para trabajar como actor y modelo fitness. Ha participado en películas como Men in Black, Kingsman y La viuda negra. También se dedica a dar conferencias sobre su experiencia en el mundo del culturismo y es el fundador y CEO de Muscle Meat. A pesar de que su gran tamaño provoca un poco de miedo, lo distingue una personalidad dulce y amable. Nunca se niega a dar un autógrafo o a tomarse fotos con la gente que se encuentra en la calle.

Oliver ha tenido que adaptarse a un mundo que no siempre se adapta bien a él, debido a su altura. “Incluso en los gimnasios más grandes, tengo ciertos problemas”, afirma. No obstante, ha encontrado una forma de convertir su tamaño en una ventaja.

“Se puede hacer mucho más peso y fuerza con una envergadura más grande”, dice. “Eso sí, se necesita más tiempo para entrenar”.

Casi todas las máquinas del gimnasio son inútiles para él. Olivier, al igual opta por los ejercicios que involucran peso como las mancuernas. Con éstas, puede hacer ejercicios que le permiten fortalecer sus músculos, sin ser limitado por el tamaño de las máquinas y de vez en cuando, utiliza algunos equipos específicos, que no lo incomodan, para poder variar su rutina de entrenamiento y seguir progresando.

Olivier también debió enfrentarse a una condición desafiante, desde el momento en que nació. La vida no siempre ha sido fácil para él, debido a que padece de Pectus Excavatum, una afección genética en la que el esternón está hundido y puede afectar a los órganos internos con el tiempo.

A pesar de esto, Olivier no se rindió y decidió tomar medidas para solucionar este problema. Se sometió a varias cirugías y el trabajo en el gimnasio ganando músculos, también le ayudó demasiado. Su determinación ha dado sus frutos y ahora tiene el cuerpo y la vida que siempre quiso. Aunque no todo ha sido fácil para él, Olivier ha demostrado que con determinación y esfuerzo, cualquier obstáculo se puede vencer.

Con una carrera llena de logros y récords, este gigante holandés, sigue inspirando a sus seguidores a alcanzar sus metas y a ser la mejor versión de sí mismos.