Protagonizada por Gregory Peck. Todo comienza con la muerte del bebé recién nacido del matrimonio de un importante diplomático estadounidense. Los hechos acontecieron en Roma. Pero un sacerdote se empeñó en convertir al acongojado padre, de reemplazar a su pequeño fallecido por un niño que había quedado huérfano al morir su madre en el parto. Al poco tiempo, debieron mudarse a Inglaterra gracias a aquel hombre que recibió el nombramiento de embajador. Los sucesos paranormales no se hacen esperar.

Una maldición continua

Cosas espeluznantes acontecieron no sólo en la trama de la película, sino detrás de cámaras. Por ejemplo, Gregory Peck, el protagonista, fue víctima del impacto de un rayo. El guionista viajaba en un avión y también presenció como otro rayo golpeaba fuertemente en la aeronave. Debido a las circunstancias, el equipo prefirió contratar un jet privado, pero al final decidieron no subir y se usó el pasaje como vuelo comercial. El avión realizó su despegue sin ellos a bordo y sorprendió a todos al estrellarse minutos después contra un automóvil, accidente que dejó como saldo la muerte de la esposa y el hijo del piloto. Por si fuera poco, todos los pasajeros del avión fallecieron.

Obviamente, se percataron de que algo muy extraño sucedía, de que posiblemente pesaba una terrible maldición sobre ellos a causa del tema de la película, sobre todo cuando para completar, el productor del filme se salvó por poco de una bomba que instalaron en su hotel.

Pero la maldición se empieza a confirmar a cabalidad, cuando unos pocos meses luego de que la película de La Profecía se estrenara, John Richardson, el especialista en los efectos especiales, afrontó un serio accidente automovilístico en carreteras de Holanda y Liz Moore, su asistente, perdió la vida de modo espantoso. Justo en el instante en que Richardson chocó, lo primero que vio al levantar la mirada hacia la carretera fue un letrero que decía “Ommen 6,66”. Originalmente, la película se intitula “The Omen”.

En otra oportunidad, para grabar una escena con felinos, la producción contrató a un cuidador y domador de estos animales, para que pudieran organizarse en el set. Su nombre era Sidney Bamford, pero extrañamente falleció cuando sin motivo alguno decidió saltar el cordón de seguridad y de repente, los felinos lo atacaron salvajemente.

Hasta la mismísima Iglesia Católica desde el Vaticano, se oponía a esta película, por la posición en que la deja y por lo oscuro de su trama. Esa era la época del auge del satanismo en Estados Unidos y el filme era como una ova a dicho culto.

Pero una gran sorpresa les llegó al rodaje: nada más ni nada menos que el mismísimo Anton Lavey, el fundador de la Iglesia de Satán y les advirtió que si seguían con ese proyecto cinematográfico, deberían atenerse a consecuencias peores que las ya vistas. Pero ni eso detuvo al realizador y efectivamente, las tragedias que fueron auguradas se fueron presentando, como los decesos de los padres de Richard Donner, junto con su hermano y no bastando, también su hija. Y todo esto ocurrió antes de que el filme llegara a estrenarse. También falleció la novia de John Richardson, el encargado de los efectos especiales, a quien le quitaron la cabeza. 

La llegada del Anticristo

La película de La Profecía expone la llegada del Anticristo a este mundo, encarnado en un niño llamado Damien Thorn, quien desde el momento de nacer tenía la marca de la bestia 666, grabada de forma natural en su cabeza. El filme es musicalizado con la obra del “Ave Satanis”, de Jerry Goldsmith, que le otorga un sabor y un sentimiento exclusivo. Gregory Peck aceptó interpretar el papel del diplomático Robert Thorn, porque quiso intentar superar la pérdida reciente de su hijo, como una forma de catarsis.

Esta película se incluye dentro del grupo de los títulos malditos del cine, por todas las circunstancias impresionantes y tétricas que ocurrieron en la vida real a causa del filme.

Aunque este filme tan sólo se toma como una trama de la ficción, lo cierto es que muchos detalles que se mencionan y se muestran, según afirman algunos investigadores, éstos coinciden literalmente con la realidad. Muestra un grupo en las sombras compuesto por lacayos en todas partes del mundo, que trabajan incansablemente en la instauración de un orden internacional comandado por el que las profecías han denominado como “el anticristo”.