Al parecer, no sólo en el Triángulo de las Bermudas se producen extrañas desapariciones, tanto de embarcaciones, aeronaves y personas. También se han conocido sitios en el planeta, donde personas y objetos se esfuman como por arte de magia.Como si un portal a otros mundos yaciera en estos lugares.
Hoy nos transportaremos a un punto geográfico donde se han reportado numerosos eventos paranormales de este estilo y donde muchas personas se han desvanecido a la nada sin explicación alguna; bienvenidos al triángulo del diablo:
Estamos ubicados en una zona de las más anómalas del planeta, en el estado de Norteamérica más septentrional de Alaska. A este sitio se le conoce popularmente como “El Triángulo de las Bermudas de Alaska”,exactamente localizado entre la parte suroriental Yakutat y la ciudad de Juaneau, en la región nórdica de la montaña Barrow. Por aquí se halla una selva aún no explorada por el hombre, al igual que bosques enormes y montañas escarpadas.
Debido a que se trata de un lugar de belleza natural inconmensurable, muchos turistas se ven atraídos a estas tierras, pero muchos de quienes se han atrevido a recorrerlas, han desaparecido por completo de este mundo. Y no sólo se esfuman individuos, sino también vehículos, embarcaciones y aeronaves enteros. Las cifras son impresionantes: desde el año 1988 hasta la fecha, han desaparecido más de 16 mil personas en el Triángulo de Alaska.
Se ha llevado también a grandes personalidades
Uno de los casos más famosos en el “Triángulo del diablo”, es el avión que se disipó totalmente de cualquier radar en el año 1972, llevando a bordo a políticos de gran renombre de la época como Hale Boggs, del partido demócrata de Estados Unidos, junto con Nick Begich,igualmente miembro de dicho partido y de la Cámara de Representantes, quienes a su vez iban en compañía de un ayudante y un veterano de la aviación llamado Don Jonz. Todos viajaban en un avión bimotor marca Cessna 310.
Como consecuencia de que los desaparecidos eran personalidades norteamericanas importantes, el gobierno ordenó una búsqueda intensiva que duró casi 40 días, en la que se dispusieron más de cuatro centenares de aviones, en los cuales se resaltaban los Lockheed SR-71.Así mismo, se lanzaron a rastrear cualquier pista, docenas de barcos bajo las órdenes de la Guardia Costera, pero jamás se encontró si quiera el más mínimo detalle del paradero de aquellos sujetos.
En esa región se halla la ciudad de Nome, en la costa oeste de Alaska, en inmediaciones del estrecho de Bering. Allí, se perdieron como por arte de magia diversas personas. El FBI también da reporte de que investigan la misteriosa desaparición de 20 nativos, pero las cifras superan los miles de desaparecidos en las últimas décadas.
Gritos desesperados
Habitantes lugareños aseguran que de vez en cuando se escuchan en el aire los lamentos de los desaparecidos y que aún a día de hoy, se sigue perdiendo gente. De acuerdo con los nativos Tlingit, el culpable sería una entidad demoníaca a la que le llaman Kushtaka, que presuntamente atraería y se llevaría a quienes se han perdido.
Muchas teorías más se han generado para intentar explicar el extraño fenómeno. Algunas se inclinan por vórtices energéticos que conducen a otras dimensiones. Uno de los ponentes más reconocidos de esta postura, es el criptozoólogo Ivan T. Saynderson, argumentando que todo se debe a fallos electromagnéticos que originan las líneas ley o portales dimensionales, tal cual sucede en el Triángulo de las Bermudas,al igual que en otros puntos del planeta como en el Mar del Diablo en Japón, el valle del Indo, las pirámides de Egipto, entre otros.
La teoría de los escépticos
Las versiones están divididas. Así mismo hay quienes consideran que no existe ninguna causa sobrenatural, sino que la explicación radica en los peligros de los terrenos de Alaska, llenos de animales feroces y hambrientos, más de 100 volcanes en actividad, entre otros factores que habrían impedido a los desaparecidos volver a sus hogares.
Sin embargo, no estamos hablando de 100 o 300 personas perdidas, sino de más de 16 mil, sumado a los vehículos aéreos, acuáticos y terrestres. Además, un punto clave que persiste en no ser resuelto, es el por qué todo ocurre en el Triángulo de Alaska. ¿Cómo es posible que un sitio lleno de naturaleza y aguas transparentes pueda devorarse a sí porque sí, a casi dos decenas de miles de individuos, sin rastro alguno?
Imagen: codigooculto.com